Lo que se ha afirmado con respecto a las manifestaciones paranormales en las que los humanos son "agentes" o "perceptores", a saber, que tales manifestaciones han sido observadas en todos los tiempos y por todos los pueblos, debe afirmarse también con respecto a la rama complementaria de las mismas manifestaciones en las que los animales son "agentes" o "perceptores". Naturalmente, las manifestaciones paranormales de las que son protagonistas los animales se circunscriben a unos limites de extrinsicidad mas modestos que los de los seres humanos, limites que corresponden a las capacidades intelectuales de la especie animal en la que se manifiestan. Incluyen episodios telepaticos en los que los animales actuan no solo como "receptores", sino también como "agentes"; episodios en los que los animales perciben, colectivamente con el hombre, fantasmas u otras manifestaciones supernormales que han ocurrido fuera de cualquier coincidencia telepatica; y episodios en los que los animales perciben, colectivamente con el hombre, manifestaciones que tienen lugar en localidades encantadas.